LA JENI Y EL TRABAJO DE SU PRIMA

– Jeni, te tengo que pedir un favor súper, súper, súper importante.

– Prima, tía, sabes que eres mi prima favorita.

– Jeni, soy la única que tienes…

– Ya, tía, pero si tuviera más, serías mi favorita. Aunque seas un poco pija y tal, te quiero mogollón.

– Vale, Jeni, yo también I love you. Verás, quiero pedirte un favor grandísimo. Tú sabes que mi novio…

– ¿El Gabi?

– Claro, Jeni, ¿quién iba a ser?

– Yo que sé, tía. Las pijas sois muy raras y lo mismo tenéis varios para elegir.

– No, Jeni. Pues eso, resulta que mi novio me ha hecho un regalo sorpresa y me ha invitado a París. ¡Y nos vamos mañana!

– Joé, tía, cómo vivís los pijos. A mí el Jonathan me invita, como mucho, a un kebab, y eso si le dejo yo el dinero…

– El problema es que mañana tengo una reunión supermegahiperimportante en el trabajo. Es online.

– ¿Y eso dónde está?

– No, Jeni, quiero decir que es desde casa, a través del ordenador.

– Tía, me flipas, te reúnes con el ordenador. Y yo que no sé ni buscar en el gloog… guuug… goolg… ¿Y se te ve el careto?

– No, les diré que no me funciona la cámara. Y como tú y yo tenemos la voz parecida…

– Tía, no te creo… ¿Quieres que esté yo en esa reunión con el online?

– ¡Sí, Jeni! ¡Serías mi salvación! Verás, no es nada difícil. Tú sólo tienes que decir “OK”, “estoy de acuerdo”, “en mi opinión, ésa es la decisión correcta” y cosas así. Te he copiado en este papel las frases principales que debes decir en la reunión. No te salgas de esto, no te compliques. Aquí está todo y no te hará falta nada más.

– Prima, tía, habláis muy raro en esas reuniones… ¿Qué es esto de “Si nos atenemos a la deflación del último trimestre, habría que sobredimensionar el stock”?, ¿y qué es lo de “previsión de resultados”?, ¿la quiniela? Tía, ¿tú en qué trabajas?

– No te preocupes, Jeni. Tú limítate a decir estas frases y todo saldrá bien. Que no se te olvide, la reunión es a las 17 h. y será a través de Zoom. Luego te mando el enlace para que te conectes.

– Prima, no tengo ni idea de lo que estás hablando. Pero luego se lo digo al Teclas, el primo de la Moni, que hizo un cursillo de informática cuando estuvo en el centro de menores y controla mogollón. A mí me ha puesto Netflix gratis…

– Lo que quieras, Jeni, pero, please, please, que no se te olvide la reunión y, sobre todo, no la cagues… ¡Ay, que ya empiezo a hablar como tú!

– Que no, prima, tú tranqui. Que lo tengo todo controlado. Ah, eso sí, cuando vuelvas de París tráeme algo de allí, unos sobaos o unas palmeras de coco, que me flipan.

———————-

– Bueno, creo que ya estamos todos presentes, así que vamos a comenzar la reunión. ¿Eli, estás por ahí?

-………..

– ¿Eli?

– Ehh, sí, soy la pij… digo, soy la Eli, ¿qué pasa, tron?

– ¿Cómo?, ¿Eli?, ¿eres tú?

– Ay, si, decía que perdón, que me he retrasado…

– Sí, perfecto… Como eres la encargada de la línea de producción del E-27, queríamos que nos explicaras cómo se encuentra en estos momentos y si seremos capaces de cumplir con las previsiones de entrega.

– (Tía, Jeni, ¿pero en qué trabaja tu prima?)

– (Y yo que sé, Moni. Yo siempre la he visto muy mona y muy pija, creía que trabajaba en el Primar).

– Eli, somos todo oídos, no sé si estás muteada…

– (¡Teclas!, que no sé qué dice este de que me habéis puteado…).

– (Jeni, tía, no te enteras de na. Dale a este botón y ya puedes hablar).

– ¡Hola, hola! ¿Me se escucha? Soy la Eli.

– Sí, Eli, sí, te oímos todos. Cuéntanos.

– Pues eso, que OK, que estoy de acuerdo…

– No te entiendo muy bien, Eli. ¿En qué estás de acuerdo?

– Sí… En mi opinión, ésta es la decisión correcta.

– Pero, ¿qué decisión?, ¿has tomado alguna decisión sin consultarnos?

– Esto… (Moni, tía, mira los papeles a ver qué ha escrito mi prima).

– (Tía, Jeni, no se ven muy bien. Están to pringaos del kebab del Teclas…).

– Quería decir… que… si la defla… la deflu… que si la mierda esta no sostiene el sobre… y el stock… se va a una dimensión…

– Eli, perdona, pero no entendemos nada.

– A ver, que en el trimestre, la previsión de resultados dice que… el Madrid, campeón de Liga…

– (¡Jeni, tía!, ¡qué estás diciendo!).

– (Yo qué sé, Moni, estoy to rayá…).

– Eli, ¿estás bien? Te notamos un poco rara…

– (Tía, Jeni, di que te ha sentado mal el kebab, o que te ha bajao la regla, lo que sea…).

– Esto… jefe… Creo que… pfffff… hay interferencias… pfff…

– (Jeni, tía, que se nota un huevo que lo estás haciendo con la boca).

– Que cuelgo y si eso luego te doy un toque, jefe, ¿vale? ¿Cómo están los máquinas?

– ¿¿¿Eli???

– Jeni, tía, espero que a tu prima la quieran mucho en el curro…

– No sé, Moni, yo creo que no ha ido tan mal… El jefe parecía majo…

– Bueno, a lo mejor en París ha encontrado otro curro…

– Como encima no me traiga los sobaos…

ALBERTO PLANAS Y EL YOGA

  • Queridos alumnos, bienvenidos a Mahatma Yoga MIX2. Me llamo Flor de Loto Sobre un Lecho de Nenúfares, pero me podéis llamar Nenu y voy a ser vuestra profesora de Vipasana, Anapana y Novalgopana.

Disculpe… Usted… Sí, el de la camiseta del Barça… ¿Cómo se llama?

  • Alberto Planas, para servirle a Buda y a usted.
  • Muy bien, muy bien… A ver, parece un hombre sabio y prudente, así que díganos: ¿qué es para usted el yoga?
  • “Ante la duda, la lengua muda”.
  • ¿Perdón? No le entendí muy bien…
  • Que “la palabra y la piedra suelta no tienen vuelta”.
  • A ver… Sí, creo que empiezo a entenderle… Viene a decirnos que el yoga es una luz que nos ilumina, que somos como piedras sueltas dentro del universo, ¿quiere decir eso?
  • Bueno, “ni todo es para dicho, ni todo es para callado”.
  • Sí, mi querido Alberto, tiene toda la razón. ¿Y qué quiere compartir con nosotros en estas clases?
  • “Si entre burros te ves, rebuzna alguna vez”.
  • Uy, ahí sí que me he perdido…
  • “En el decir, discreto, en el hacer, secreto”.
  • Me parece usted un gran sabio, querido Alberto. Como dijo el gran Palkhivala, “el yoga no se realiza, se vive”.
  • “Para que en todas partes quepas, no hables de lo que no sepas”.
  • Esto…
  • “Quien pregunta lo que no debe, le responden lo que no quiere”.
  • Perdone…
  • “No hables sin ser preguntado y serás estimado”.
  • ¡DISCULPE…! Esto… ¿va a volver usted mañana?
  • “El gato escaldado, del agua fría escapa”.
  • No es necesario que vuelva, de verdad, el yoga tampoco es tan importante, si vienen cuatro gatos…
  • “Quien juega con fuego, se quema los dedos”.
  • ¡¡¡Manoloooo!!! Mañana te quedas tú con estos frikis, yo me vuelvo a pilates…

LA JENI Y LA MONI EN EL CHIRINGUITO

– Jeni, mira a ver si puedes atender a la mesa 4, que llevan esperando un rato.

– Voy, jefe.

…….

– Hola, majetes. ¿Qué queréis tomar?

– Well, I don’t know. What is “cachopo”? What does it mean?

– ¿Cómo…? Tío, no te he entendido nada… Y mira que yo controlo mazo de inglés. ¿Quieres paella? ¿Tinto of verano?

– No, no “paella”. What is “cachopo”? ¿CA-CHO-PO?

– Ah, vale, que quieres cachopo. Tío, pues dilo claro, no hay problema. Cachopo para el guiri.

– Please, señorita, tú no entender mí bien… Cachopo is meat, is fish? I don’t know…

– ¿Cómo que no entender tú bien? Si es que no te enteras, guiri. Mira, te pongo un par de cachopos y con eso vas cargao hasta la cena.

– ¡¡¡No querer cachopo!!! ¡¡¡Tú no enterar!!!

– ¡Pelo pincho, me estás tocando los ovarios! Voy a llamar a la Moni y te aclaras con ella… ¡Moni! Mira a ver si te enteras con el rubito de Güisconsin, que no sabe qué quiere…

– ¿Qué te pasa, Jeni?

– El moñas este, que me pide un cachopo y ahora dice que no lo quiere…

– Déjame a mí. Ya verás…

– Jelo, mister. I guan tu birras. Du yu guana bi guiz mi tunigh?

– Pero Moni, qué le estás diciendo…

– Y yo que sé, Jeni, pero en el chiringuito del Mazas siempre me funciona.

– ¡¡¡I wanna talk with someone who knows speak english!!!

– Tía, Moni, ¿el rubiales este no era blanco? Porque empieza a tener un color moradito…

– Jeni, tía, eso es porque no ha comido.

– A mí me ha parecido que pedía un Johnny Walker, ¿no?

– Seguro, tía, estos guiris son muy raros…

– Venga… ¡Jefe, marchando para la 4, dos cachopos y un Johnny Walker!

LA JENI, LA MONI Y EL ÁRBITRO

  • Tía, Jeni, ¿de dónde has sacado a este árbitro? Tira la moneda para ver quién saca y va y nos dice: “Detrás de la cruz está el diablo”, y luego que “Cada moneda tiene dos caras”…
  • Tía, Moni, es un empanao que estaba en el parque dándole de comer a las palomas. Le he dicho que, si no tenía nada que hacer, que nos arbitrara. Un poco raro es, porque me ha dicho “Cuando el diablo no tiene nada que hacer, mata moscas con el rabo”.
  • Bueno, tía, mientras que pite lo que sea, nos vale.
  • Veremos, Moni…
  • ¡A ver, capitanas, por favor! “Dos son compañía, tres son multitud”.
  • ¿Qué dice? Jeni, tía, no entiendo a este tío.
  • Moni, tía, tú saca y empezamos ya.
  • ¡¡¡Piiiiiiiiii!!! Jugadora número 7, “el que no quiera polvo, que no vaya a la era”.
  • ¿Quéééééé?
  • Que “el que siembra viento, recoge tempestades”.
  • ¡Pero qué dices!
  • ¡Que no ha sido falta! ¡Siga!
  • ¡Árbitro! ¿Cuánto tiempo queda?
  • “El tiempo perdido, no se recupera”.
  • ¿Cómo? Jeni, tía, no sé si me está vacilando o qué…
  • “Más vale llegar a tiempo que rondar un año”.
  • Le meto, Jeni, le meto…
  • “No cantes gloria hasta el fin de la victoria”.
  • ¡Árbitro! ¡Penalty! ¡Penalty!
  • Perdone, jugadora número 5, pero “diciendo las verdades, se pierden amistades”.
  • ¿Y eso qué es? ¿Que es penalty?
  • Que “antes se coge al mentiroso que al cojo”, y que “el mentiroso ha de ser memorioso”.
  • ¿¿¿Penal…???
  • “Desgracia compartida, menos sentida”.
  • ¿¿¿???
  • “De lo que no veas, ni la mitad te creas”.
  • Moni, tía, te pasaste un huevo…
  • Tía, Jeni, un refrán más y le meto el pito por el…
  • Sí, Moni, pero hacerle comer las tarjetas… Y la roja era de cartulina gorda…

LA JENI, LA MONI Y EL MUNDIAL DE FÚTBOL

  • Tía, Jeni, que me han dicho que están jugando el mundial de fútbol en un sitio muy raro.
  • ¿Sí, tía? ¿Dónde?
  • En un sitio que está to lejos. No sé, tía, un sitio que es un desierto, pero tienen tanto dinero por el petróleo y cosas de esas que se bañan con Fontvella. Ah, y no comen jamón.
  • Ah, tía, ya sé dónde es. Se llama Catar.
  • ¿Catar, Jeni? ¿Se llama Catar y no comen jamón?
  • Ya, tía, son to raros. Lo he visto en la tele, sólo hay tíos en los campos y todos se parecen al del frutero de la esquina.
  • ¿Al Mohamed?
  • A ese, tía, pero con pasta y sin kiwis.
  • Tía, y si es un desierto, ¿jugarán en campos de arena?
  • Claro, Moni, tienen arena para aburrir. Es como si fuera Gandía, pero a lo bestia.
  • Tía, Jeni, a mí me hubiera molado jugar al fútbol, pero en plan profesional.
  • ¿Tú, Moni? Pero si lo más redondo que has visto ha sido la cabeza del Kevin…
  • Que no, Jeni, que en los recreos se quedaban to flipaos cuando jugaba con los tíos.
  • Moni, pero eso era porque ibas sin sujetador… Tía, se me está ocurriendo una cosa…
  • ¿El qué, Jeni?
  • Moni, ¿y si montamos un equipo de fútbol, pero sólo de tías? Estamos yo, tú, mi prima Eli…
  • ¿La pija? Tía, si ésa va siempre to puesta, no me la imagino en pantalones cortos…
  • Pues de portera. También podemos avisar a la Vane, a la Yoana y a la Damisleysis, que ésa es brasileña y seguro que sabe jugar.
  • Tía, a la Vane no, que desde que se enrolló con el Jonathan no la trago. ¿Cuántas tías necesitamos?
  • Pues el otro día estaban jugando en el poli y sólo eran 5…
  • Pues ya está, tía. Se lo decimos y nos apuntamos en el poli. Sólo falta pensar un nombre para el equipo.
  • ……
  • ……
  • ¡Ya está! Las KTMT…
  • Tía, ¿y eso qué es?
  • Jeni, tia, ¡las KETEMETO!
  • ¡Vale, tía! Y le decimos al Mohamed que nos patrocine…

LA JENI Y LA MONI: COMPARTIR PISO

– Tía, Moni, cada vez aguanto menos a mis viejos. Me tienen cada día más harta.

– Sí, Jeni, a mí me pasa lo mismo. Todo el día con “Mónica, haz la cama”, “Mónica, recoge tu cuarto”…

– Tía, ¿te llamas Mónica?

– Claro, Jeni, ¿cómo me voy a llamar?

– No sé, tía. Creía que te habían puesto Moni porque eras muy rica y gordita de pequeña. Vamos, como ahora…

– No, tía. Tú sí te llamas Jeni, ¿no?

– Sí, Jennifer Jocelyn María de Todos los Santos.

– Hala, tía… Tienes nombre de marquesa… Pues yo creía que te habían puesto Jeni porque eras un poco rechoncha, con mofletones…

– No, Moni. Es que mis viejos sólo ven culebrones y, como no sé cómo se pronuncia lo de Jocelyn, por eso prefiero que me llamen Jeni.

– Pues, tía, algo tenemos que hacer con lo de nuestros viejos.

– Tía, ¿y si nos vamos juntas y compartimos piso?

– Pero eso es una pasta.

– Pues trabajamos algo para los gastos y ya está. Tampoco creo que sea para tanto. ¿Cuánto nos puede costar?

– No sé, Jeni, pero más de 100 lereles por cabeza, seguro.

– Tía, yo puedo dar clases particulares, que se me da to bien. Y, si hace falta, me voy al Macumba y trabajo de gogó.

– No sé, Jeni, yo es que no sé en qué podría trabajar. Se me da bien hacer collares de macarrones, pero no sé si dará mucha pasta…

– Tía, Moni, esos los vendes seguro. Les vale para ir to guays y para hacer ensalada de pasta…

– Al Jonatan le regalé uno, pero el Moñas se lo quitó y se lo comió.

– No sé, Moni, pero algo tenemos que hacer. Ya no aguanto a mi vieja diciéndome que con la edad que tengo y todavía sigo en casa.

– Tía, Jeni, no sé qué prisa tienen. Acabamos de cumplir 38 y ya nos quieren echar…

– Son unos moñas.

– Y unos prisas.

– Venga, vamos a pillar macarrones en el chino y empiezas con los collares.

LA DIETA DE LA JENI

– Tía, Moni, tú conoces a mi prima, ¿no?

– ¿A la pija?

– Sí, a ésa, a la Eli.

– Sí, tía, que habla to raro. El otro día me apunté lo que me dijo, para buscarlo en el diccionario. Espera, que lo tengo por aquí… Mira, me dijo que estaba “obnubilada y estupefacta”…

– Lo mismo tenía la regla.

– Eso pensé yo, o que me quería decir que le había dado un yuyu, pero como habla tan raro…

– Pues, tía, el otro día vino a mi casa y abrió la nevera. Tía, tú sabes lo que me cuido yo, que compro los yogures del Mercadona y to, que me gasto una pasta en comprar la salsa barbacoa de la buena.

– Sí, tía, está más barato en el Chin Lu, te lo he dicho un montón de veces…

– Ya, Moni, pero la calidad es la calidad. Bueno, lo que te decía, va mi prima y me dice que lo que hay en mi nevera era comida basura, que tenía que cuidar lo que como, que me iba a dar un ictus…

– ¿Y eso qué es?

– No sé, será algún premio que viene con las patatas, ni idea…

– A ver si te dijo que te iba a dar hipo…

– No, tía, me dijo eso. Y me dice que tengo que cambiar mi dieta, y que coma brócoli, espinacas y quinoa.

– ¿Quinoa? Pero, Jeni, ¿ésa no es una tía que canta? Sí, tía, la que le hizo la cobra al Bisbal.

– Pues yo que sé, lo mismo quería decir que comiera como ella.

– Es que tu prima habla to raro…

– Ya te digo. Anda, vamos al Burguer, que hoy hay dos por uno.

– Dos.

– ¿Qué dices, Moni?

– Nada, Jeni, nada…

LA JENI Y FIRST DATES

– Tía, me he apuntado al programa ese de las parejas.

– ¿A cuál, Jeni?

– A ése, al que sale en la tele. Al Fris Dais.

– ¿Frin Dei?

– Fres Din.

– ¿Ffrsi Das?

– ¡¡¡Al de las parejas, Moni!!!

– ¡Ah, ya sé cuál es! Ése donde el presentador es como el Cejas.

– Sí, tía. Te invitan a cenar, te ponen velas y, si quieres, te enrollas con un tío. To gratis.

– Jo, Jeni, lo de la cena y las velas está mu bien, pero como te toque un tolai…

– Na, tía. Si me toca un tío feo, me como el tiramisú y le dejo ahí tirao.

– Tía, Jeni, vas a quedar muy mal si no te enrollas… Imagínate que es un pibón, como el Mazas…

– Moni, si se presenta el Mazas, no les dejo ni encender las velas…

– ¿Y cuándo es?

– Me tienen que llamar. Me dijeron que mañana por la noche me pasara por allí.

– Ay, tía… qué nervios…

—————————-

– “Bienvenidos a First Dates”. Hoy tenemos con nosotros a una pareja encantadora, formada por…

– La Jeni.

– Alberto Planas, para servir a Dios y a usted.

– Bueno, pareja, pues aquí tenéis vuestra mesa y ya podéis empezar a conoceros.

– Oye, tío, ¿qué es esta cosa verde que han puesto en el plato?

– Es brócoli.

– Joé, ¿y eso se come? Si parece un bonsai…

– Ya sabes, “a barriga llena, corazón contento”.

– Bueno, va, cuéntame algo, que si tengo que comerme este truño, por lo menos me entretengo…

– No sé, que “a caballo regalado, no le mires el diente”, o que “de grandes cenas, están las sepulturas llenas”, o “hambre que espera hartura, no es hambre pura”.

– Tío, no sé ni qué dices, no te entiendo na… ¿Seguro que estás bien?

– “De los amigos me guarde Dios, que de los enemigos me guardo yo”.

– Tío, tú te has tomao algún tripis, o alguna seta de esas, ¿verdad?

– “La juventud tiene la fuerza y la vejez la prudencia”.

– ¿Me has llamao vieja?, ¿y quién es esa Prudencia? Tío, me estás volviendo to loca. Dime, ¿de qué trabajas?

– Soy aprendiz de mucho, maestro de nada.

– ¡Anda, como yo! También he dado mis clases, pero tenía un alumno que era un zote, no se enteraba de na. Se tenía que estudiar a un tal Ortega y a un tal Gasset, y el tío, to vago, decía que no, que era uno solo. Le dije que si quería estudiar la mitad, que por mí hiciera lo que le diera la gana, pero que no me iba a pagar la mitad…

– “El sabio siempre quiere aprender, el ignorante siempre quiere enseñar”.

– Tío, eres muy raro… Pero tienes un puntito…

– “En tiempo de higos, no hay amigos”.

– ¿Qué dices de higos? ¿Ya viene el postre?

– “Lo que en los libros no está, la vida te lo enseñará”.

– Tío, me estás asustando…

– “Si hay trato, pueden ser amigos perro y gato”.

– ¡Cejas! ¡Ponme el tiramisú para llevar, que yo me largo!

ALBERTO PLANAS Y LA CONSULTA DEL MÉDICO

– Buenos días, Sr. Planas. ¿Ha traído los resultados de la analítica que le pedimos?

– Por supuesto, ya sabe, “Al que no se mueve, no le da el aire”.

– Cuánta razón tiene, Sr. Planas. Veamos… Sí, lo que me suponía. Bien… Bájese los pantalones, por favor.

– ¿Los pantalones…? ¿Por qué? “No quieras de tu amigo más de lo que él quisiera contigo”.

– Sr. Planas, tengo que hacerle una exploración rectal. En su analítica, los niveles de HJ2A son preocupantes…

– Doctor… “Consejos vendo, pero para mí no tengo”.

– ¿Cómo dice?

– Ya sabe… “Quien en cuadra entró, con pulgas salió”.

– No le entiendo nada, Sr. Planas. ¿Querría bajarse los pantalones?

– “Por loco se ha de juzgar a quien sin aprender quiere enseñar”.

– Sr. Planas… Tengo muchos pacientes esperando. Si no le hago el tacto rectal, no podré saber cómo está su próstata.

– “Desnudo nací, desnudo me hallo; ni pierdo ni gano”.

– Sr. Planas, por última vez… ¿¿¿Quiere usted o no quiere usted bajarse los pantalones???

– “Sólo has de fiar del que comió contigo una fanega de sal”.

– ¡Váyase! ¡Márchese de mi consulta!

– Doctor, “Cada día que amanece, el número de tontos crece…”.

EL SONETO DE LA JENNY

A mí el Jonathan me mola mazo,

cuando le veo me bajo el escote,

le tengo loco, le tengo en el bote

se ha tatuado mi nombre en el brazo.

Y mira que la Moni le hace ojitos,

le dice «Jonathan, estás to bueno,

tienes tope músculos, to moreno,

flipo cuando te tomas los mojitos».

Jonathan, no te pases de la raya,

que a la Jenny no se la toma el pelo,

que la Jenny es mucha Jenny, vaya.

Mi prima Eli dice que eres un lelo,

no sé qué es, pero escucha y calla:

líate con la Moni y te corto el pomelo.