LA DÉCIMA

décima

–      Papá, mamá…, os tengo que dar una gran noticia. ¡Jorge y yo vamos a casarnos!

–      ¡Oh, mi niña!, -gritó la madre emocionada-. Me haces tan feliz…, ¿y cuándo será el gran día?

–      Hemos fijado la fecha el 25 de mayo. Sé que es un poco pronto, pero preferimos hacerlo cuanto antes. Mamá, estoy tan enamorada…

Mientras la madre y la hija se enfundaban en abrazos y besos, el padre se mostraba más taciturno de lo habitual. ¿No estaba alegre?, ¿no era feliz por la boda de su hija?, ¿sentía recelos por el tal Jorge? Nada de eso. Su seriedad se debía a un hecho muy puntual, a un aspecto crucial que podía marcar el devenir de los tiempos: el 25 de mayo se jugaba la final de la Champions League, y su Real Madrid seguramente sería uno de los finalistas. Aquella fecha la tenía grabada a fuego en su memoria: 25 de mayo de 2012, a las 20.45 h., Campos Elíseos de París…

–      Hija, ¿no crees que es un poco pronto para casarte? ¿Por qué no os tomáis un poco más de tiempo y lo pensáis mejor…? –trató de insistir sin mucha confianza…

–      Anda, papá, cuando conozcas a Jorge un poco más, verás cómo te encanta.

“Sí, seguro, hija, seguro que me encanta ese imbécil que se casa el mismo día de la final…”

Los meses fueron pasando, y el Real Madrid iba superando rondas directo a su gran final. Superó holgadamente los octavos de final, sin muchos apuros los cuartos, y tan sólo le quedaba una semifinal para poder disputar al gran partido, rumbo a su décima Copa de Europa.

Mientras tanto, su hija y su futuro yerno iban haciendo los planes de boda. Listas de invitados, menús degustación, regalos, más invitados, tarjetas, puros, más regalos, más invitados… Al padre de la criatura se le hacía una bola cada vez mayor en el estómago cuando recordaba la fecha del enlace (“será imbécil…, sólo falta que sea del Atleti, o peor aún, del Barça”).

Cuando el Real Madrid ganó aquella semifinal y se plantaba como gran favorito en la final de París, decidió que tenía que tomar cartas en el asunto: o la boda o la final…

A sus años, tenía la suficiente experiencia como para saber que los hombres tienen dos grandes pasiones y dos grandes debilidades: el fútbol y las mujeres (en su caso, por ese orden). Si al imbécil de Jorge el fútbol no le importaba nada, probaría con la segunda opción.

Tres semanas antes de la gran cita, su hija recibió un sobre cerrado, sin remite, en cuyo interior se encontraban varias fotografías de Jorge en situaciones “comprometidas”…

Llantos, gritos, insultos…, y, por supuesto, la cancelación de la boda. “Me ha costado un pelín caro, pero sabía que la Juani no podía fallarme…”, pensó el “desconsolado” padre.

Aquel 25 de mayo de 2012 fue un día triste para toda la familia: mientras la madre y la hija lloraban encerradas en la habitación, el padre lloraba en el salón viendo como su Real Madrid perdía la gran final…